viernes, 7 de septiembre de 2012

Camoens, el perro de José Saramago.


98.- “'Entra, has encontrado tu casa”. Así llegó Camoens a la vida de José Saramago en 1995, coincidiendo con el momento en que el  ministro de Cultura de Portugal, le anunciaba que le habían concedido el mayor galardón literario de la lengua portuguesa:  el Premio Camões.
Este perro de agua negro y de corbata blanca, era tan solo un cachorro abandonado cuando se acercó a la puerta de Saramago. Gracias a él, este animal dulce y noble tuvo todo lo que no tenia: nombre, cariño y hogar. Desde entonces se convirtió en su gran amigo e inspirador.
El Nobel y su esposa convivían con dos perros más  en su casa de Lanzarote:  Pepe, un caniche con una mancha negra y Greta, una hembra Yorkshire, todos recogidos de la calle.
En vida, ya Saramago  hablaba de este animal, de sus achaques por la edad, de sus compañeros Pepe y Greta que ya partieran  al paraíso de los perros. Camoens, con su lento caminar, su artrosis y casi ciego,  partió el pasado mes de agosto.
“Encuentro en los perros más humanidad que en los hombres”, dijo José Saramago en 2003,  y esta frase envuelve en gran medida una filosofía de vida y un enorme respeto por los animales. El ejemplo claro de ello fue este fiel e  incondicional compañero durante muchos años
Cuenta la viuda del autor:  Cuando Camoens regresó a casa tras la muerte de José Saramago, no pudo aceptar la ausencia. Estuvo intranquilo durante el día, pero cuando llegó la noche y no vio al dueño ni en la cama ni en el sillón que habitualmente ocupaba, cuando una y mil veces recorrió el espacio entre las dos habitaciones, cuando entendió que el dueño ya no estaba ni iba a estar, que eso es la muerte, aulló, gritó, se desgarró en un dolor que describirlo araña el alma. No bastaron abrazos para consolarlo, ni palabras cariñosas: iba y venía de un lugar a otro en una carrera que partía el corazón, gemía con dolor humano. Por eso, un amigo que estaba en casa y vivió la noche, tituló al día siguiente su columna periodística: “Camoens llora por Saramago”